jueves, 24 de septiembre de 2009

Escalada de agresiones neonazis en las últimas semanas.



Alcorcón, La Cabrera, Majadahonda y Moncloa han sido los escenarios. Todo ha ocurrido en el marco del juicio contra el asesino de Carlos Palomino.

Esta ola de agresiones comenzó al amanecer el sábado 12 de septiembre, día en que tendría lugar en Madrid una manifestación estatal en recuerdo de Carlos Palomino. Un joven antifascistas junto a sus amigos fueron agredidos con porras extensibles y una pistola de perdigones por un grupo de neonazi en el recinto ferial de Alcorcón. Así lo denunció la Asociación de Víctimas de la Violencia Fascista, Racista y Homófoba.
Pocos días después, el miércoles 16 de septiembre varios medios de comunciación difundían la noticia de cómo cinco jóvenes borrachos y de ultra derecha mataron a un obrero por el mero hecho de ser rumano. Ocurrío en el municipio de La Cabrera, en la sierra de Madrid.
Sólo dos días después, el viernes 18 de septiembre, activistas de Majadahonda hacían público que un joven había sido apuñalado por la espalda en las fiestas de la localidad un joven de tan solo 16 años por un grupo de neonazis.
Todo esto ha ocurrido en un marco singular: durante la semana del 14 al 22 de septiembre ha tenido lugar el juicio contra el asesino de Carlos Palomino, mientras cientos de antifascistas han acompañado a la familia y denunciado la impunidad del fascismo en el Estado español.
Pero aun el 21 de septiembre la prensa convencional daría cuenta de una agresión más, ocurrida pocas semanas antes en la zona de Moncloa, el 23 de agosto. Un indigente pasó 10 días en coma tras recibir una paliza de un grupo de cinco skins neonazis. Le agredieron cuando dormía en un fotomatón. Rafael Santamaría, de 32 años, recibió tal paliza que ha perdido el habla debido a las consecuencias neurológicas que le han quedado.
La Haine

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