sábado, 19 de septiembre de 2009

EL SALUDO FASCISTA DE JOSUÉ EL "APOLÍTICO".



Los amigos del asesino de Carlos Palomino difunden en Internet una imagen suya haciendo el saludo hitleriano manipulada. En su juicio insistió en desvincularse de grupos fascistas

Josué Estébanez, el militar de 24 años acusado de asesinar en 2007 al antifascista Carlos Palomino, se ha esmerado durante el juicio que se celebra esta semana en desvincularse de los grupos ultras. Ha dicho que no es neonazi, que no sabe lo que hizo el dictador Franco y se ha descrito simplemente como "un español al que le gusta que gane la selección".
No obstante, su defensa, basada en querer parecer apolítico, ha quedado desmontada gracias a sus propios simpatizantes, que en un intento de hacer un montaje fotográfico para apoyarle, dejaron al descubierto la ideología fascista del militar.
En una fotografía que colgaron en una página neonazi y que ya han retirado, según denuncian grupos antifascistas, se puede ver al acusado hace unos años junto a otros colegas en la última fila de un autobús. Todo el grupo, incluido Estébanez, levanta el brazo a modo de saludo hitleriano. Esa imagen ha sido utilizada y manipulada por sus seguidores, que han tapado el brazo con una franja roja donde se puede leer: "¡Josué libertad!".

Cruz céltica

Por si fuera poco, los neonazis han disimulado la imagen de una cruz céltica envuelta en llamas, símbolo neonazi, que luce Estébanez en su camiseta. Además, la Coordinadora Antifascista de Madrid ha difundido por su parte otra imagen en la que se ve al acusado junto a un varón identificado por los antifascistas como Markuss, un neonazi que realiza en la foto un gesto similar al juramento de las SS.
El asesinato de Palomino se produjo el 11 de noviembre de 2007 en un vagón de Metro de Madrid. De demostrarse el vínculo de Estébanez con los grupos ultras, podría suponerle un agravamiento de la pena, ya que el acusado habría actuado con premeditación.
Los testimonios de siete testigos del asesinato han desmontado ya esta semana la versión del acusado de que actuó por miedo y en defensa propia. El militar, en el juicio, ha intentado convencer a los magistrados de que apuñaló a Palomino "por instinto" y de que se vio amenazado por una multitud que le asediaba con distintas armas.
Regalo del cuartel
Además, el día del asesinato, Estébanez llevaba puesta una sudadera de la marca Three Stroke, vinculada al movimiento neonazi. "Me la regaló un compañero de cuartel", se justificó ante el juez.En los dos días de juicio que se han celebrado esta semana, el acusado se ha cuidado de huir de cualquier ideología estética y se ha puesto la misma ropa: camisa de cuadros, pantalón vaquero gris y zapatillas de deporte blancas.
El acusado también negó que cuando ocurrieron los hechos fuese de camino a la marcha que habían convocado contra la inmigración las juventudes del partido Democracia Nacional. Según él, aquella mañana salió del cuartel para comer con unos amigos en un bar.

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