El 14 de septiembre unas decenas de antifascistas se reunieron frente a la Embajada española en Kiev para homenajear a su compañero Carlos Palomino. Entre los manifestantes había miembros de la Acción Antifascista y el sindicato estudiantil autónomo “Acción directa”. En sus manos tenían pancartas que decían “El fascismo mata”.
Comunicado
El fascismo es una enfermedad que ha afectado los cerebros y corazones de muchas personas confusas. Los fascistas matan porque los “advenedizos” no son parecidos a ellos, porque “roban” sus puestos de trabajo y, mezclando su sangre “sucia” con la de los “nativos”, matan su nación “limpia”. También los fascistas matan a la gente que pertenece a la misma nación que ellos, pero que se manifiesta contra los ideales fascistas. A pesar de que el fascismo se halla marginado de la ley, es obvio que tiene muchos simpatizantes, sobre todo en el campo de empleados de organismos represivos, como la policía y el ejército.
El antifascismo es la lucha contra el fascismo, contra el sistema existente, por la construcción de una nueva sociedad de iguales, una sociedad solidaria y feliz. Es peligroso para el estado, los que tienen el poder y sus cómplices, por eso no es sorprediente que el antifascismo se considera como “crimen”. Las autoridades y los medios de comunicación tratan de poner el signo de igualdad entre los fascistas y antifascistas, diciendo que su oposición es un “ajuste de cuentas”, una guerra entre “pandillas”, pero no es así.
De hecho, el fascismo sirve al capitalismo. La gente que comparte las ideas nacionalistas piensa solamente en sí misma (y en sus parientes, a los que se asocia consigo). No les importa que los “ocupantes sucios”, tal vez, no tengan nada de comer en su país o que su casa sea bombardeada cada día. Nadie quiere morir de inanición o de una bomba.
El antifascismo, por su parte, nos enseña que todos nosotros somos hermanos y hermanas, que no nos dividimos en blancos y negros, en los de pura sangre y no, nos enseña la solidaridad y la humanidad. Por eso el 14 de septiembre, el día cuando empezó el juicio sobre el nazi Josué Estébanez de la Hija, que mató el 11 de noviembre de 2007 a nuesto compañero Carlos Javier Palomino, nosotros, los antifascistas de Rusia no pudimos estar indiferentes y organizamos una acción pequeña de solidaridad con nuestros compañeros españoles a las puertas del Centro cultural español Cervantes en Moscú. Unos cuantos antifascistas pusieron flores al retrato de Carlos y encendieron velas en su conmeración.
¡Josué es asesino!
¡El fascismo no pasará!
¡Carlos, ni olvido, ni perdón!
¡El mejor homenaje es continuar la lucha!
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