"Ruido de llaves" intenta expulsar a grupo neonazi en una ciudad de Suecia.
El sábado 15 de marzo (15-M) cerca de 400 personas lograron impedir lo que parece una vuelta al pasado, una nueva manifestación nazi en el centro de la ciudad de Nyköping.
El sábado 15 de marzo (15-M) cerca de 400 personas lograron impedir lo que parece una vuelta al pasado, una nueva manifestación nazi en el centro de la ciudad de Nyköping.
El moderado invierno que está viviendo Suecia, ha sido el marco perfecto para la realización de una cita pública semanal que un grupo nazi viene realizando desde el mes de febrero en la Stora Torget (Gran plaza) de la ciudad de Nyköping, a 1 hora al sur de Estocolmo.
Esta ciudad se está convirtiendo poco a poco en el punto de reunión de los nazis lo cual ha provocado el rechazo de la población local. El pasado 15-M los habitantes de Nyköping, lograron expulsar, una vez más, a este grupo de nazis.
A paso Marcial
En las anteriores oportunidades la reunión de la gente en la plaza había obligado a los nazis a disolver su manifestación, pero este sábado los extremistas ultraderechitas entraron marchando al centro de la ciudad. Este hecho provocó la reacción airada de los que allí estaban congregados quienes los enfrentaron y rodearon, obligando al grupo nazi a refugiarse en una escalera de la Stora Torget, todo esto bajo el lema "desaparezcan de acá".
Hubo algunos empujones y golpes que los tres policías que escoltaban la marcha no pudieron controlar. Estos llamaron y pidieron refuerzos que llegaron rápidamente desde Katrineholm y Norrköping y que protegieron la retirada de los nazis.
Ruido de llaves
Este es el trabajo anónimo del llamado "Nyckeluppropet" (ruido de llaves) que espontáneamente ha concentrado fuerzas de todas partes de la sociedad de Nyköping y ha crecido considerablemente. El primer llamado realizado el 16 de febrero contó con la presencia de 75 personas, y el sábado 15-M, llegaban casi a 400, según versión de Marcos Venegas que se hace presente desde el inicio de la protesta.
- "Somos personas que sacudimos nuestros llaveros en el aire lo que produce un ruido que los nazis no soportan, más simple imposible", dijo.
- Annika Nilsson agregó que "son personas de edad media, abuelas como yo y jóvenes que manifestamos nuestra tristeza y enfado porque nuestra ciudad se ha transformado en un punto de reunión de nazistas".
Muchos lugareños se quedaron conversando en la plaza después de la manifestación, la mayoría, con el orgullo de haber cumplido una vez más, "al despedirnos lo hicimos con un "nos vemos el sábado", concluyó.
El concejal de la comuna del Partido Conservador (Moderaterna), Jan Carle, manifestó que está confundido y a su vez decepcionado por lo ocurrido. "Ésto no es nada positivo para nuestra ciudad. Es claro que sus habitantes demostraron coraje pero no es nada que ellos deban hacer. Este es un caso para la policía; uno nunca sabe a que nos puede llevar la violencia".
Por su parte el concejal socialdemócrata Urban Granström opina que ya es tiempo de que todos los partidos se unan para sacar a los neonazis de la ciudad. "Está claro que esto es algo que no queremos en Nyköping y es importante que nosotros los políticos logremos frenar que esta situación siga empeorando. Debemos enviar las señales correctas de que realmente trabajaremos para impedir que estas fuerzas que quieren establecerse aquí no lo logren. La gente se cansó y decidió movilizarse para lograrlo".
El mismo día, los neonazis también realizaron manifestaciones en Strängnäs y Eskilstuna. Estocolmo y Uppsala están conociendo el rebrote de estos grupos en forma alarmante.
Esta ciudad se está convirtiendo poco a poco en el punto de reunión de los nazis lo cual ha provocado el rechazo de la población local. El pasado 15-M los habitantes de Nyköping, lograron expulsar, una vez más, a este grupo de nazis.
A paso Marcial
En las anteriores oportunidades la reunión de la gente en la plaza había obligado a los nazis a disolver su manifestación, pero este sábado los extremistas ultraderechitas entraron marchando al centro de la ciudad. Este hecho provocó la reacción airada de los que allí estaban congregados quienes los enfrentaron y rodearon, obligando al grupo nazi a refugiarse en una escalera de la Stora Torget, todo esto bajo el lema "desaparezcan de acá".
Hubo algunos empujones y golpes que los tres policías que escoltaban la marcha no pudieron controlar. Estos llamaron y pidieron refuerzos que llegaron rápidamente desde Katrineholm y Norrköping y que protegieron la retirada de los nazis.
Ruido de llaves
Este es el trabajo anónimo del llamado "Nyckeluppropet" (ruido de llaves) que espontáneamente ha concentrado fuerzas de todas partes de la sociedad de Nyköping y ha crecido considerablemente. El primer llamado realizado el 16 de febrero contó con la presencia de 75 personas, y el sábado 15-M, llegaban casi a 400, según versión de Marcos Venegas que se hace presente desde el inicio de la protesta.
- "Somos personas que sacudimos nuestros llaveros en el aire lo que produce un ruido que los nazis no soportan, más simple imposible", dijo.
- Annika Nilsson agregó que "son personas de edad media, abuelas como yo y jóvenes que manifestamos nuestra tristeza y enfado porque nuestra ciudad se ha transformado en un punto de reunión de nazistas".
Muchos lugareños se quedaron conversando en la plaza después de la manifestación, la mayoría, con el orgullo de haber cumplido una vez más, "al despedirnos lo hicimos con un "nos vemos el sábado", concluyó.
El concejal de la comuna del Partido Conservador (Moderaterna), Jan Carle, manifestó que está confundido y a su vez decepcionado por lo ocurrido. "Ésto no es nada positivo para nuestra ciudad. Es claro que sus habitantes demostraron coraje pero no es nada que ellos deban hacer. Este es un caso para la policía; uno nunca sabe a que nos puede llevar la violencia".
Por su parte el concejal socialdemócrata Urban Granström opina que ya es tiempo de que todos los partidos se unan para sacar a los neonazis de la ciudad. "Está claro que esto es algo que no queremos en Nyköping y es importante que nosotros los políticos logremos frenar que esta situación siga empeorando. Debemos enviar las señales correctas de que realmente trabajaremos para impedir que estas fuerzas que quieren establecerse aquí no lo logren. La gente se cansó y decidió movilizarse para lograrlo".
El mismo día, los neonazis también realizaron manifestaciones en Strängnäs y Eskilstuna. Estocolmo y Uppsala están conociendo el rebrote de estos grupos en forma alarmante.
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