Veinte personas han sido asesinadas por fascistas en la Comunidad de Madrid desde el año 1992, según diversas organizaciones sociales y políticas. En el último año, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha permitido varios actos de organizaciones declaradamente nazis como Democracia Nacional y Combat España. Estas convocatorias están generando un aumento de la escalada de violencia.
El 7 de junio, la asociación nazi Combat España, considerada heredera del grupo Bases Autónomas (responsable de numerosas agresiones en los ‘80) organizó un torneo de fútbol en un parque de Canillejas. La Coordinadora Antifascista de Madrid y la Asociación de Trabajadores Inmigrantes en España convocaron una concentración “contra el racismo y por la convivencia” en las inmediaciones y denunciaron que ése era el segundo acto ultraderechista en el barrio en menos de un mes. Una hora antes del acto fascista y en la zona, un grupo de personas encapuchadas apalearon a cinco nazis, apuñalando a uno en la pierna y propinando sendos hachazos a otro. También reventaron su coche, cargado de banderas y símbolos nazis.
La mayoría de medios de comunicación atribuyeron la autoría de la agresión a “radicales de izquierdas”. Seis días más tarde, una convocatoria anónima llamaba a los grupos fascistas a manifestarse el Ministerio del Interior bajo el lema “basta de agresiones de la extrema izquierda”. Nadie acudió a la concentración.
DIAGONAL tiene constancia de una agresión racista tras este fallido acto. El 1 de junio, el partido neonazi Democracia Nacional había convocado una marcha en la Puerta del Sol. La plataforma Madrid Antifascista organizó una contramanifestación duramente reprimida por la Policía nacional, que detuvo a cinco personas. Están acusados de desórdenes, daños y delito contra el derecho fundamental de manifestación, “justo lo que pidió Democracia Nacional”, asegura su abogado. Un detenido “recibió una paliza de cuidado dentro de dos furgones de antidisturbios diferentes. Se lo fueron pasando”. Hay un parte médico que certifica las lesiones, ya que tuvieron que hacerle un tack.
En un ejemplo de la criticada impunidad de los grupos fascistas, nueve organizaciones del noreste de Madrid han denunciado que durante las fiestas de Alpedrete, a finales de mayo, se produjeron nuevas agresiones fascistas y una cruz gamada gigante apareció en la arena de la Plaza de Toros en un encierro “sin que nadie la borrara”. Hace años que diferentes colectivos vienen denunciando la presencia neonazi en el pueblo. Aseguran que Marisol Casado, jefa local del PP y alcaldesa, “ha negado este hecho. Más aún, ha llegado a denunciar a cinco miembros del Foro Social de la Sierra por un documento en que se llamaba la atención sobre su pasividad ante esta realidad”. Los tribunales dieron la razón al Foro, pero “ella sigue negándose a reconocerlo”.
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El 7 de junio, la asociación nazi Combat España, considerada heredera del grupo Bases Autónomas (responsable de numerosas agresiones en los ‘80) organizó un torneo de fútbol en un parque de Canillejas. La Coordinadora Antifascista de Madrid y la Asociación de Trabajadores Inmigrantes en España convocaron una concentración “contra el racismo y por la convivencia” en las inmediaciones y denunciaron que ése era el segundo acto ultraderechista en el barrio en menos de un mes. Una hora antes del acto fascista y en la zona, un grupo de personas encapuchadas apalearon a cinco nazis, apuñalando a uno en la pierna y propinando sendos hachazos a otro. También reventaron su coche, cargado de banderas y símbolos nazis.
La mayoría de medios de comunicación atribuyeron la autoría de la agresión a “radicales de izquierdas”. Seis días más tarde, una convocatoria anónima llamaba a los grupos fascistas a manifestarse el Ministerio del Interior bajo el lema “basta de agresiones de la extrema izquierda”. Nadie acudió a la concentración.
DIAGONAL tiene constancia de una agresión racista tras este fallido acto. El 1 de junio, el partido neonazi Democracia Nacional había convocado una marcha en la Puerta del Sol. La plataforma Madrid Antifascista organizó una contramanifestación duramente reprimida por la Policía nacional, que detuvo a cinco personas. Están acusados de desórdenes, daños y delito contra el derecho fundamental de manifestación, “justo lo que pidió Democracia Nacional”, asegura su abogado. Un detenido “recibió una paliza de cuidado dentro de dos furgones de antidisturbios diferentes. Se lo fueron pasando”. Hay un parte médico que certifica las lesiones, ya que tuvieron que hacerle un tack.
En un ejemplo de la criticada impunidad de los grupos fascistas, nueve organizaciones del noreste de Madrid han denunciado que durante las fiestas de Alpedrete, a finales de mayo, se produjeron nuevas agresiones fascistas y una cruz gamada gigante apareció en la arena de la Plaza de Toros en un encierro “sin que nadie la borrara”. Hace años que diferentes colectivos vienen denunciando la presencia neonazi en el pueblo. Aseguran que Marisol Casado, jefa local del PP y alcaldesa, “ha negado este hecho. Más aún, ha llegado a denunciar a cinco miembros del Foro Social de la Sierra por un documento en que se llamaba la atención sobre su pasividad ante esta realidad”. Los tribunales dieron la razón al Foro, pero “ella sigue negándose a reconocerlo”.
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