domingo, 10 de enero de 2010

Revueltas de inmigrantes en el sur de Italia contra la esclavitud laboral, la explotación y el racismo


Ya casi no hay inmigrantes en la localidad italiana de Rosarno. Esta localidad del sur del Italia, de 15.000 habitantes, contaba hasta ayer con 2.500 inmigrantes, que están siendo trasladados a centros de acogida cercanos por las autoridades tras una serie de enfrentamientos con los vecinos que dejó al menos 67 heridos.

"Todos salen derrotados", se lamentaba Luigi Ciotti, líder de la lucha civil contra la mafia. La revuelta de inmigrantes en Calabria se salda con un millar de jornaleros africanos deportados en centros lejanos; los habitantes de la localidad de Rosarno (15.000 habitantes) divididos entre los exaltados racistas y los atemorizados; casi 70 heridos africanos, italianos, agentes de seguridad y los cítricos sin recoger.
Cientos de inmigrantes han abandonado ayer el pueblo en los autobuses proporcionados por la Protección Civil después de 48 horas de revuelta y disturbios. Aterrorizados, y sin saber a dónde van, los temporeros de la mandarina cuenta que no pueden soportar el racismo y el sufrimiento. "No nos dejan trabajar, y encima nos atacan y nos quieren matar", dice Steve Jhonson, un liberiano de 16 años, mientras prepara su mochila y se dispone a subir a uno de los autobuses. Al menos 250 inmigrantes, gran parte de ellos africanos, fueron ya trasladados a un centro de acogida en la ciudad de Crotona (sur) Italia, luego de la persecución que se produjo este viernes contra estos extranjeros, lo que dejó al menos 37 personas heridas, dos de ellas en estado de gravedad. La noche del viernes fueron trasladados el primer grupo y este sábado dos nuevos autobuses partieron de Rosarno para trasladar a Crotone a más inmigrantes, en este caso algunos de los que vivían en la fábrica que gestionaba la antigua "Opera Sila"...

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